“En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mi fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león. Y el Señor me librara de toda obra mala, y me preservara para su reino celestial. A El sea gloria por los siglos de los siglos. Amen” RV60
2ª Ti 4:16-18 RV60 Tuit
La sabiduría que proviene de Dios (Stg. 3:13-18)
La verdadera sabiduría proviene de Dios.
Santiago inicia el capítulo 3 hablando del control de la lengua y reconocer que cometemos muchos errores al no dominarla. Debe ser una demostración de una fe viva el controlar lo que decimos.
Si ustedes son sabios y entienden los caminos de Dios, demuéstrenlo viviendo una vida honesta y haciendo buenas acciones con la humildad que proviene de la sabiduría.
No solo es importante como debemos hablar; sino también como debemos vivir. Y esto es vivir en la sabiduría de nuestro Señor.
Cuidado con la envidia y el egoísmo.
La envidia o celos amargos se define como un sentimiento de molestia por el bien ajeno, porque alguien tiene algo que deseamos para nosotros. Un vicio que impulsa a desarrollar nuestros propios intereses sin importar los demás. La envidia y el egoísmo no forman parte de la sabiduría que proviene de Dios. Dichas cosas son terrenales; es decir mancha lo que es santo y del espíritu, también son puramente humanas y demoniacas. Donde hay envidias y ambiciones egoístas, también habrá desorden y toda clase de maldad.
Viviendo con la sabiduría de Dios.
La sabiduría que proviene del cielo es, ante todo pura, y también ama la paz, siempre es amable y dispuesta a ceder ante los demás. En otras versiones menciona que es pacifica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. En otras palabras, está llena de compasión y del fruto de buenas acciones. No muestra favoritismo y siempre es sincera.
La sabiduría no es solamente conocimiento almacenado en la cabeza. La verdadera sabiduría y el que es entendido, lo mostrara en su vida por su buena conducta.
Y los que procuran la paz sembrarán semillas de paz y recogerán una cosecha de justicia.
En un mundo cargado de violencia y de falta de empatía y justicia; el Señor nos manda a ser instrumentos de paz, promoverla, practicarla; esto debe tener un efecto en quienes estén a nuestro alrededor y alcance, para demostrarle que hay algo diferente en nosotros; que es Cristo Jesús nuestro Salvador; que vivimos de acuerdo con sus principios y su sabiduría, gracias a la ayuda del Espíritu Santo.
Y como dice la palabra en Fil. 1:11 “que estén siempre llenos del fruto de la salvación, es decir, el carácter justo que Jesucristo produce en su vida, porque esto traerá mucha gloria y alabanza a Dios.
¿Estamos viviendo con la sabiduría de Dios?
¿Como aplicaras esta palabra en tu vida?
Oremos