Amando a Dios como prioridad

Eric Henry
Eric Henry

Joseph Lister, médico del siglo XIX, es conocido como «el padre de la cirugía antiséptica». A Lister le preocupaba la alta proporción de pacientes que morían a causa de infecciones en el post-operatorio. Llegó a la convicción de que una cantidad infinitésima de microbios invisibles al ojo, eran los que estaban causando las infecciones. Empezó a desarrollar una serie de soluciones antisépticas con las cuales tratar las heridas. Como era de esperar, la proporción de pacientes que morían a causa de las infecciones disminuyó. De una manera similar, hay fuerzas espirituales malas que obran en nuestro mundo de hoy en día. No se las puede ver, pero causan estragos en la vida de las personas, haciendo que caigan en la tentación, promoviendo a gente que es mala en las instancias de poder nacionales, manipulando las emociones humanas, desgarrándolos y destruyéndolos. Igual que los contemporáneos de Lister desecharon su teoría de los microbios destructivos, mucha gente de hoy ignora o rechaza las realidades espirituales. Pero tú tienes un poderoso «antiséptico» espiritual contra estas fuerzas destructivas; es vital que aprendas a utilizarlo.

1 Juan 2:12-17

12 les escribo a ustedes, hijitos, porque sus pecados les han sido perdonados por Su nombre. 13 les escribo a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio. Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al maligno. Les escribo a ustedes, hijitos, porque han conocido al Padre.

Aquí Juan habla de tres clases de creyentes en la familia de la iglesia: los padres, los jóvenes y los hijitos. Para comenzar, “hijitos” se refiere a todos los creyentes. Literalmente, esta palabra significa nacidos. TODOS los creyentes han nacido a la familia de Dios, por medio de su fe en Jesucristo, y sus pecados han sido perdonados.

Estos son creyentes jóvenes, QUE AUN NO HAN CRECIDO EN CRISTO. Al igual que los niños físicos, estos niños espirituales conocen a su padre, pero todavía tienen que crecer un poco más.

Pero una cosa es muy cierta Todos comenzamos como hijitos nacidos, Si Como hijitos, ¡Pero no debemos de quedarnos así! Algunos cristianos se quedan en esa posición de “hijitos,” y nunca salen de ahí.

13 les escribo a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio. Los “padres” son los creyentes maduros, QUE CONOCEN A DIOS, de forma

 personal e íntima. Son aquellos que han conocido, y han caminado con nuestro Señor Jesucristo, por muchos años.

Personalmente, pienso que David escribió el Salmo 23, cuando ya era un hombre mayor. Él nunca hubiera podido escribir este salmo, como joven pastor, porque este es un salmo que se formó de las vicisitudes de la vida.

David se había enfrentado a toda clase de problemas y de peligros en su vida. Pero, a pesar de todo, siempre había vivido en comunión con Dios. ¡Era un hijo maduro de Dios! David pertenece a la categoría de “padres” en este pasaje.

La gente como David, es a quien Juan se refiere, cuando habla de “los padres.”

14 les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes, y la palabra de Dios permanece en ustedes, ¡y han vencido al maligno!

Los “jóvenes” son fuertes. Esa es la gloria del hombre joven. Esa fue la gloria de Sansón. Él podía destrozar a un león. Él podía enfrentarse a todo un ejército. Él podía llevarse las puertas de una ciudad. ¡Él era fuerte! ¡Y nosotras admiramos su fuerza! Sin embargo, Sansón nunca aprendió a vencer sus deseos.

para “fuerte” es ¡ischuros,” que trata con la fuerza física. Pero también puede significar “poderoso,” que habla de la fuerza espiritual.

Los “jóvenes” se vuelven maduros cuando usan la Palabra de Dios eficientemente. La Palabra es la única arma que derrotará a Satanás. ¿Cómo puede un hijito espiritual convertirse en un joven espiritual? ¡La Palabra de Dios permaneciendo en él!

¿Cómo puede un joven convertirse en padre espiritual? ¡La Palabra de Dios permaneciendo en él! ¡Ese el secreto del crecimiento!

Eso es lo que lo llevará de una etapa a otra, hasta que finalmente, se pueda convertir en padre. ¡En una persona espiritualmente madura!

La Palabra de Dios es imprescindible para llegar a la madurez espiritual. El diablo no puede impedir que seamos cristianos, PERO ÉL TRATARÁ DE IMPEDIR que nos convirtamos en cristianos fuertes y sólidos.

14 la palabra de Dios permanece en ustedes, ¡Y HAN VENCIDO AL MALIGNO!

15 no amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 porque todo lo que hay en el mundo, es decir, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

El mundo es uno de nuestros enemigos. El Malvado es el enemigo NO 1. La carne es nuestro enemigo NO 2. Y el mundo es nuestro enemigo NO 3.

Esa fue la desgracia del rico insensato en la parábola, que Jesús contó en Lucas 12. El hombre era rico, pero no era rico hacia Dios. ¡AMABA LAS COSAS!, pero terminó no dejándolas todas atrás. La clave de esta parábola ¡SON LAS COSAS! Porque las cosas son la esencia misma, con que nos atrapa el mundo.

Su técnica es que nos enfoquemos EN ESTE MUNDO, para que nos olvidemos del mundo por venir.

Lo mismo pasó en la vida de Salomón. Durante su juventud, Salomón vivía para Dios, y caminaba con Dios. Sin embargo, con el tiempo, él agrandó su harem, y vivió cada vez más, como un déspota oriental.

Los asuntos de este mundo, y la falsedad de las riquezas del mundo, ¡LO ENVOLVIERON! Y al final terminó arruinando su vida. ¡Malgastó su vida! El libro de Eclesiastés es un lamento de la desesperación de Salomón por haber vivido, por tanto, tiempo, para el mundo equivocado.

Él sistema del mundo USA TRES ENGAÑOS para atrapar a los creyentes: (1) los deseos de la carne, (2) los deseos de los ojos, y (3) y la vanagloria de la vida.

Estos son los mismos engaños, que atraparon a Eva en el jardín. Génesis 3 dice: “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer [los deseos de la carne], y que era agradable a los ojos [ los deseos de los ojos], y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría [la vanagloria de la vida]; Y EVA TOMÓ DE SU FRUTO. ¡Y ADÁN! TAMBIÉN COMIÓ.”

17 el mundo y sus deseos pasan; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Aquí Juan hace una comparación entre dos formas de vivir: una vida vivida para la eternidad, y la otra, vivida para el momento. Una persona que no a recibido a Cristo en su corazón vive para los placeres de la carne. Mientras que la cristiana vive para los deleites del Espíritu.

La persona, con una mentalidad mundana, vive para la vanagloria de la vida, para todo lo que atrae a hombres y mujeres. La cristiana, que hace la voluntad de Dios, vive para la aprobación de Dios.

El Nuevo Testamento tiene mucho que decir acerca de “la voluntad de Dios.” Hechos 22:14 dice, “Dios… te ha escogido para que conozcas Su voluntad.” La voluntad de Dios no es algo que consultamos, de vez en cuando. Es algo que debe controlar nuestra vida entera.

Lo importante para todo cristiano, no es simplemente, saber si algo es bueno o malo, El asunto clave es: “¿Es esta la voluntad de Dios para mí?”. Una vez que conozcamos la voluntad de Dios, ¡tenemos que hacerla de todo corazón!

Romanos 12:2 dice, “Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cual es la voluntad de Dios, lo que es buena, agradable y perfecta.”

Descubrir, y hacer la voluntad de Dios, ES ALGO ASÍ, como aprender a nadar. Tienes que meterte al agua, para que esta se convierta en algo real para ti. CUANTO MÁS OBEDEZCAS A DIOS, más conocerás lo que Él quiere que hagas.

¿Cómo puedes descubrir la voluntad de Dios? Este proceso comienza cuando te entregas completamente a Dios. Romanos 12:1 dice, “Que se presenten ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.”

También podemos conocer la voluntad de Dios, a través de nuestras circunstancias. Dios obra de forma maravillosa… abriendo y cerrando puertas. Por supuesto, que esta clase de guía debe ser autenticada por la Palabra de Dios.

Y finalmente, DIOS NOS GUÍA A SU VOLUNTAD, por medio de la oración, y de la obra de su Espíritu Santo en nuestro corazón. El Espíritu nos habla, cuando le oramos acerca de una decisión que tenemos que tomar. Una “voz interior” puede estar de acuerdo con la guía de nuestras circunstancias.

Pero no debemos seguir ESA VOZ INTERIOR SOLAMENTE. ¡Tenemos que verificarla con la Biblia!

Conclusión: ¿Quieres amar y servir a Dios de todo corazón? Entonces tienes que dejar de lado todo aquello, que te aleje de Su amor y servicio. Cuando Jesús llamó a Sus discípulos, les dijo ¡SÍGUEME! Esto significaba que ellos tenían que dejar sus redes, sus mesas de dinero, o cualquier otra cosa, QUE OCUPARA SU ATENCIÓN Y SU TIEMPO, en ese momento.

Así mismo, cuando Jesús nos llama a entregarnos a la verdad del evangelio, ¡tenemos que rechazar al mundo! ¡Y SEGUIRLO!

“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.”

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