En el relato bíblico de Job 2:1-10, nos encontramos con un hombre llamado Job, cuya vida se convierte en un testimonio poderoso de fe, integridad y confianza en Dios. A pesar de enfrentar pérdidas devastadoras, Job se mantiene firme en su devoción y se niega a maldecir a Dios. Su ejemplo nos desafía a considerar cómo enfrentamos las pruebas y a mantener nuestra integridad incluso en medio del sufrimiento. Acompáñame mientras exploramos las profundas lecciones que podemos aprender de la historia de Job.
Sabes cuál es tu misión en la vida? (Ef 2:1-10)
Una pregunta que muchos nos hacemos en esta vida, sino todos, es cual es nuestra misión en esta vida?; cual es el propósito? Y es una pregunta que nos podemos hacer varias veces en nuestra vida y en diferentes etapas.
Llamados a ser santos e intachables.
La respuesta que nos da el apóstol Pablo a través de esta carta es que “antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos” (Ef. 1:4). Ya el Señor tenía pensado para ti y para mí, un propósito, una misión.
Vida nueva con Cristo.
No se puede cumplir la misión de Dios en nuestras vidas, sin tener a Cristo en nuestra mente y corazón; dejar la vida de pecado que teníamos, por una vida nueva en él.
A pesar de vivir en pecado como el resto de la gente, obedeciendo al diablo, dice la palabra que “Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto, que a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levanto a Cristo de los muertos (es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados.). (Ef. 2:4-5).
La clave es estar unidos a Cristo. Nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales (Ef. 2:6).
Dios los salvo por su gracia cuando creyeron.
“Ustedes no tienen ningún mérito en eso, es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo” (Ef.2:8-9). Se trata de Dios y no de nosotros.
Dice la palabra que “Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparo para nosotros tiempo atrás” (Ef. 2:10).
En conclusión, podemos decir:
- Dios te salva para santificarte, para restaurarte a la vida que tenía pensada para ti antes de que te entregaras al pecado.
- Dios te salva y te santifica para que puedas hacerles bien a los demás. Las buenas obras son aquellas que se hacen no principalmente para tu propio bien, sino para el bien de otros. Ef 2:10
- Dios hace todas las cosas para su gloria. Las buenas obras que haces no tienen como finalidad hacerte lucir grandioso, sino hacer que Dios luzca grandioso. Jesús nos dice: “Así alumbre la luz de ustedes delante de los hombres de modo que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos” Mat 5:16
Este es nuestro propósito, darle gloria a Dios al atender nuestro llamado a ser santos e intachables; por su gracia somos salvos por Jesucristo para vivir una vida nueva libres del pecado, para hacerle bien a los demás.
Como respondes a esta palabra? Como la aplicaras a tu vida?
Oremos
