“por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que el ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a el le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo”.
Un llamado a adorar con orden (1ª Co 14:26-33,37-40)
La venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés.
Celebramos hoy, que aquel día de Pentecostés; en donde los discípulos del Señor estaban reunidos en un lugar orando, tuvieron la experiencia del derramamiento del Espíritu Santo y todos hablaron en otras lenguas. El contenido de lo que hablan es “las maravillas de Dios”. El apóstol Pedro explica que esta experiencia (Hch 2:16) es el cumplimiento de la promesa de Joel 2:28-29“Y después de esto derramare mi Espíritu sobre toda carne…”.
La promesa del Bautismo en el Espíritu Santo no es solamente para la gente del tiempo de la primera iglesia, sino para todos aquellos que creen en el nombre de Jesús (Hch 2:38-39). Es poder de Dios para hacer lo que Jesús nos manda hacer y a su manera, para extender su Evangelio por todo el mundo.
Dones espirituales para la edificación de la Iglesia.
El Espíritu Santo se manifiesta mediante una variedad de dones espirituales que se les da a los creyentes (1Co 12:7). Son regalos especiales que da el Espíritu Santo al creyente cristiano para servir a Jesús y a la iglesia.
Las manifestaciones del Espíritu se dan según la voluntad del Espíritu (1Co 12:11) cuando surge la necesidad y de acuerdo con el anhelo del creyente (1Co12:31; 1Co14:1).
Entendiendo el uso correcto de los dones espirituales.
En este pasaje en particular, Pablo debe aclarar a los corintios el uso correcto de los dones espirituales (1Co 12). Particularmente, el hablar en lenguas, que estaba trayendo confusión en sus reuniones.
Hágase todo para edificación
El objetivo de reunirse como una iglesia no es el ser entretenido, ni siquiera ser “complacido” con una “bendición.” Nos reunimos para edificación, para la edificación espiritual que necesitamos para vivir vidas que glorifiquen a Jesucristo fuera de las paredes de la iglesia. Como dijo Pablo en Efesios 4:12, el objetivo es perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. Nuestras vidas cristianas son vividas afuera, y venimos a ser fortalecidos, edificados, y equipados cuando nos juntamos como una familia, la iglesia.
Hablando en lenguas en la Iglesia
En el uso de los dones espirituales, debe haber orden y equilibrio. Estas son las pautas bíblicas para hablar en lenguas dentro de la iglesia: 1) no debe haber en ninguna reunión más de dos o tres que hablen, oren o alaben a Dios en lenguas, y eso debe hacerse con interpretación. 2) El hablar en lenguas debe hacerse por turno. 3) Todo el que habla en lenguas debe someterse al juicio de la iglesia en cuanto a su autenticidad. 4) Si no hay interprete presente, un creyente puede hablar en lenguas mientras ora en privado.
Pablo pone en claro que el don de lenguas está bajo control de la persona con el don. No son “obligados” por el Espíritu Santo a hablar en lenguas. Si no hay intérprete presente, el hablante de lenguas es completamente capaz de callar en la iglesia.
Profetizando en la Iglesia
El don de la profecía en la iglesia es motivado por el Espíritu Santo, no para predecir el futuro sino para fortalecer la fe, la vida espiritual y la determinación del creyente de seguir fiel a Cristo y sus enseñanzas. Sin embargo, la profecía no es predicar un mensaje preparado, sino hablar espontáneamente bajo el impulso del ES para la edificación de la persona o de la congregación.
El criterio primordial de juicio es la palabra de Dios escrita. Se ajusta a la enseñanza apostólica? Debe juzgarse toda experiencia y todo mensaje a la luz de la palabra de Dios escrita.
Aun cuando los profetas hablan, otros deben juzgar. Ninguna “palabra del Señor” debe ser recibida sin consideración cuidadosa del liderazgo de la iglesia presente en la reunión. Como dijo Juan en 1 Juan 4:1, Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
Dios no es Dios de confusión sino de paz.
Si hay confusión y desorden en una reunión de la iglesia, no es de Dios. Dios puede hacer cosas que no entendamos, y cosas que parezcan extrañas e impredecibles para nosotros, pero no habrá una atmosfera general de confusión o rareza.
Hágase todo decentemente y con orden:
Dios es un Dios de orden y paz, y Él quiere orden cuando la iglesia se reúne. Cuando se les da un enfoque no bíblico a los dones del Espíritu, eso desacredita la verdadera obra del Espíritu Santo, y con frecuencia lleva a la gente a negar los dones porque ven un exceso no bíblico.
Tanto para la Iglesia de Corinto, como para nosotros hoy; debemos tener claridad en los dones espirituales que nos da el Señor para la edificación de su iglesia. Reconocer que es un Dios de orden y paz, nos permitirá utilizar con sabiduría los dones que nos ha dado, en particular el don de hablar en lenguas y de profecía.
Recibiendo el bautismo en el Espíritu Santo
Has recibido el bautismo en el Espíritu Santo? La palabra de Dios nos dice que la persona debe ser creyente en Jesús y haber nacido de nuevo (Hch 2:38-40). Debe tener el deseo de la plenitud, anhelar al Espíritu Santo (Jn 7:37-39). Apartarse de pecados y el ocultismo es clave para poder recibir el bautismo en el Espíritu Santo (Hch 5:32).
De el paso en oración para tan bella experiencia.
Oremos.
