“En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mi fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león. Y el Señor me librara de toda obra mala, y me preservara para su reino celestial. A El sea gloria por los siglos de los siglos. Amen” RV60
Mostrando la bondad de Dios (2ª Sam 9:1-12)
Escribe David en el salmo 145:7 “proclamaran la memoria de tu inmensa bondad, y cantaran tu justicia” y todo el salmo es una alabanza por la bondad y el poder de Dios.
Cuando experimentamos la bondad del Señor, pone en nosotros el poder hacer lo mismo con otros. David sabia lo que era la bondad del Señor en su vida, desde ser ungido como rey de Israel, vencer al gigante Goliat y cada triunfo que Dios le daba. Dice la palabra que el Señor le daba la victoria a David dondequiera que iba (2ª Sam 8:6,14).
El valor de la amistad y una promesa.
Las victorias que Dios le estaba dando a David no envanecieron su corazón, sino que reino sobre todo Israel e hizo lo que era justo y correcto para su pueblo (2ª Sam 8:15). No se concentró en sí mismo, sino que pensó en otros, y en particular en la descendencia de su amigo Jonatan. ¿Hay alguien de la familia de Saul que todavía viva? pregunto, de ser así quisiera mostrarle la bondad de Dios. La pregunta de David mostro un gran amor porque Saul se hizo enemigo de David. En aquellos días era costumbre que el rey de una nueva dinastía masacrara por completo a cualquier persona relacionada con la dinastía anterior. Pero David no era igual a los reyes de otras naciones; porque Dios estaba con él y recordaba su amistad y pacto con Jonatan, en el que prometió mostrar misericordia a los descendientes de Jonatan (1ª Sam 20:14-15).
Bondad de David hacia Mefiboset.
La respuesta a la pregunta de David fue que uno de los hijos de Jonatan, Mefiboset, seguía vivo y con un impedimento físico (2ª Sam 9:3-5). David lo trae delante de su presencia y le dice hare contigo misericordia por amor de Jonatan tu padre, te devolveré todas las tierras de Saul y tu comerás siempre a mi mesa (2ª Sam 9:7). Esto fue mucho más allá de dar a Mefiboset lo que por derecho le pertenecía, le dio el honor de una relación cercana con el rey. Una promesa similar es dada a los seguidores de Jesús, les dijo a sus discípulos que comerían y beberían en su mesa en el cielo (Luc 22:30).
David cumple su promesa a Mefiboset.
Y Mefiboset, quien estaba lisiado de ambos pies, vivía en Jerusalén y comia a la mesa del rey (2ª Sam 9:13). Sin esconderse mas por temor al rey, este descendiente de Saul ahora vivía abiertamente entre el pueblo de Dios. Ya no estaba en pobreza y alejado del rey, ahora tenia un gran privilegio ante el rey.
La gracia de David hacia Mefiboset es una imagen maravillosa de la gracia de Dios hacia nosotros.
- Nos escondíamos, éramos pobres, débiles, cojos y temerosos antes de que nuestro Rey viniera a nosotros.
- Estamos separados de nuestro Rey debido a nuestras acciones deliberadas.
- Nos separamos de nuestro Rey porque no lo conocíamos, ni conocíamos su amor por nosotros.
- Nuestro Rey nos buscó antes de que nosotros lo buscáramos a Él.
- La bondad del Rey se basa en un pacto.
- Debemos recibir la bondad del Rey conhumildad.
- Tenemos el privilegio de la provisión a la mesa del Rey.
- Somos recibidos como hijos a la mesa del Rey, con acceso al Rey y a la comunión con Él.
La gracia de David hacia Mefiboset también es un modelo para nosotros al servir y ministrar a los demás.
- Debemos buscar a nuestros enemigos y tratar de bendecirlos.
- Debemosbuscar a los pobres, a los incapacitados y a los que se ocultan, para bendecirlos.
- Debemos bendecir a otros cuando no lo merecen y bendecirlos aún más de lo que se merecen.
- Debemos mostrar la misericordia de Diosa otros.
¿Qué pasos va a dar para aplicar lo aprendido? ¿Cuándo?
Oremos
