Sometiendo todo pensamiento al señorío de Cristo

Julio Bolivar
Pastor Julio Bolivar

“En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mi fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león. Y el Señor me librara de toda obra mala, y me preservara para su reino celestial. A El sea gloria por los siglos de los siglos. Amen” RV60

“Sometiendo todo pensamiento al señorío de Cristo” 2 Co 10:5

“derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” RV60

Es muy importante que tengamos cuidado de lo que pensamos, pueden ser reflejo de lo que hay en nuestro corazón y un paso previo a las acciones que vamos a tomar y que, si no son bien pensadas, tendrán consecuencias que no son agradables a Dios ni a nosotros mismos.

En el contexto de esta palabra, los oponentes de Pablo, que estaban en la Iglesia, cuestionaron su autoridad. Podemos deducir que la mayoría de los corintios estuvieron del lado de Pablo. Sin embargo, una minoría siguió denigrándolo, diciendo que, en sus cartas era estricto, pero que en persona no tenía autoridad. Los capítulos 10 al 13 de 2ª Corintios son la respuesta de Pablo a esta acusación.

Argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios. Las maneras carnales y mundanas de pensar y actuar son argumentos en contra de la mente y los métodos de Dios. Estos quieren debatir con Dios y se exaltan a sí mismos contra el conocimiento de Dios. Se tienen a sí mismos como más inteligentes, más sofisticados, más efectivos, más poderosos que las maneras de Dios. Las mentes carnales, del mundo, ¡piensan que saben más que Dios!

Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. Al batallar en contra de esta manera de pensar y de actuar carnal, nuestros pensamientos deben ser hechos cautivos y deben ponerse en obediencia a Jesús.

La lucha del creyente comprende poner todos los pensamientos en línea con la voluntad de Cristo. El no hacerlo lleva a la inmoralidad y a la muerte espiritual.

Hay puntos que podemos considerar para someter todo pensamiento al señorío de Cristo:

  1. Estar consciente de que Dios conoce cada pensamiento y que nada hay oculto para El. (Sal 94:11, 139:2,4) y que hay que dar cuenta a Dios de los pensamientos, las palabras y las acciones.
  2. Tener presente que la mente es un campo de batalla, que algunos pensamientos se originan en la persona, mientras que otros proceden directamente del enemigo; que para llevar cada pensamiento cautivo se requiere la lucha espiritual contra la naturaleza pecaminosa y las fuerzas de nuestro enemigo; que debemos resistir con firmeza y rechazar el mal y los pensamientos impuros en el nombre del Señor Jesucristo (Fil 4:8) y recordar que los creyentes vencen al adversario por la sangre del Cordero, el testimonio que damos y la persistencia en darles respuesta negativa al diablo, a la tentación y al pecado. (Tit 2:11-12, Stg 4:7)
  3. Resolver fijar la mente en Cristo y en las cosas celestiales, y no en las terrenales (Fil 3:19, Col 3:2) porque la mente sometida al Espíritu es vida y paz (Ro 8:6-7); ocupar la mente en la palabra de Dios y en todo lo que merece respeto, admiración o elogio.
  4. Siempre tener cuidado con lo que ven los ojos y oyen los oídos, negándose resueltamente a que los ojos sean instrumentos para la lujuria o a ocupar los ojos en cosas indignas o malas, ya sean de redes sociales, libros, revistas, fotografías, programas de televisión o de la vida diaria. (Sal 101:3, Is 33:14-15, Ro 13:14)

Dice la palabra que tenemos la mente de Cristo (1ª Co 2:16); tener la mente de Cristo es conocer su voluntad, su propósito y su plan de redención. Significa evaluar y ver las cosas como las ve Dios, dándoles el valor que Él les da.

En este nuevo año 2024, usted y yo podamos llevar todos nuestros pensamientos cautivos a la obediencia a Cristo; y el Espíritu Santo renueve nuestros pensamientos y actitudes; anulando todo pensamiento altivo, destructivo, argumentos e ideas falsas. Que estos pensamientos sean reemplazados con lo que la palabra de Dios declara sobre nosotros y podamos poner en práctica lo que dice el Señor en Fil 4:8 “por lo demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.

¿Como vas a aplicar esta palabra en tu vida?

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