“Luego a las tres de la tarde, Jesus clamo con voz fuerte: Eloi, ¿Eloi lema sabactani? ¿Qué significa Dios mío, Dios mío, ¿porque me has abandonado? NTV. ¿Porque me has desamparado? ”
Mc 15:34
De acuerdo a Google; La Semana Santa es la conmemoración cristiana anual de la pasión de Cristo, es decir, de la entrada a Jerusalén, la última cena, el viacrucis, la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Comienza el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección. La fecha de la celebración es variable: entre marzo y abril.
Y digo esto, porque para muchos es una fecha de tradiciones, donde se compra el pescado para no comer carne el viernes santo; se compra incienso y al final un día feriado más al año para aprovechar un fin de semana largo. En algunos países ni siquiera se da el día feriado, pasa como un día más, ordinario, normal.
¿Pero qué significado tiene para usted y para mi esta fecha? ¿O es mejor preguntarse qué significado tiene para usted y para mí la acción, el hecho sobre el cual reflexionamos en esta fecha?
La palabra nos ensena el significado de lo que en esta fecha debemos reflexionar:
El justo por nosotros va a la cruz.
La crucifixión es el evento hacia el cual toda la creación y los propósitos de Dios se dirigían desde toda la eternidad, porque Él era el Cordero destinado a ser sacrificado desde antes de la fundación del mundo. “Angustiado el, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca” Is 53:7. El Evangelio se tradujo entonces en acción. Es que el Evangelio consiste en lo que El hizo. No es lo que Dios está pidiéndote a ti que hagas. Es Su acción, y no tu acción o la mía. Tú y yo no estamos en posición de hacer nada que resulte aceptable para Dios. Tu justicia y mi justicia no son aceptables para obtener la salvación. Dios debe proveer, y lo hace, la justicia en Cristo. Él fue entregado a la muerte por nuestras ofensas, transgresiones y pecados, y resucitado para que podamos ser declarados justos (Ro 4:25).
En la cruz hubo sufrimiento y dolor
Sufrimiento por un mundo perdido. Su grito en arameo da testimonio que el experimenta la separación de Dios como el sustituto del pecador. Esa es la peor tristeza, angustia y dolor que siente. Es herido por las transgresiones de los seres humanos (Is 53:5) y se da en rescate por muchos (Mt 20:28, 1 Ti 2:6). Al que no conoció pecado, Dios lo hace pecado por el mundo pecador (2 Co 5:21); el muere abandonado para que otros nunca sean abandonados (Sal 22). Así mediante sus sufrimientos Cristo redime a la raza humana (1 Pe 1:19).
En la cruz hubo redención y victoria
El entregó Su Espíritu de forma voluntaria y repentina. Y aquel fuerte grito no fue el gemido de un moribundo, sino un grito de victoria, de triunfo sobre el pecado y todas las fuerzas del mal. Como esta escrito en Jn 19:30 “consumado es”. La consumación de la obra de redención. Se ha pagado la deuda por el pecado humano y se ha establecido el plan de salvación
Aquel triunfo es para todos aquellos que, por la fe, le reconozcan como Su Salvador. Al menos, es mi triunfo. ¿Es el tuyo también?
¿Como dijo el profeta Isaías “Quien ha creído a nuestro anuncio? (Is 53;1a). Muchos no creyeron en el sacrificio de Cristo en la cruz; que esa no sea tu historia; puede cambiar en un día tan especial como hoy; creyendo que Jesus es tu Salvador para perdón de tus pecados, recibiendo salvación y vida eterna.
Oremos
