“Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juro a tus padres, como en este día”
Jn 3:1-9
En la vida, hay ocasiones que tratamos de entender las cosas y no podemos. De hecho, hay cosas que todavía hoy en día, no entendemos. Más aún, cuando hablamos de conocer el Reino de Dios, su palabra y sus propósitos, es necesario la ayuda del Señor para poder entenderlo.
En el evangelio de Juan, capitulo 3; se da una conversación significativa, interesante entre Nicodemo y Nuestro Señor Jesucristo. Recordemos que Nicodemo era un líder religioso judío de los fariseos, como nos indica la palabra. Era un principal entre los judíos, un miembro influyente y respetado del sanedrín. Estaba maravillado por las señales milagrosas que Jesús estaba haciendo y que pare el, eran prueba de que Dios le había enviado.
Jesus le responde que era necesario nacer de nuevo para que viera el Reino de Dios. Esta afirmación deja a Nicodemo con más dudas que respuesta, e interpreta en su conocimiento humano, ¿cómo es posible que un hombre mayor vuelva al vientre de su madre y nazca de nuevo? Jesus le contesta que debía nacer del agua y del espíritu. Como dice la palabra en Tito 3:5 “El nos salvó, no por las acciones justas que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia. Nos lavó, quitando nuestros pecados, y nos dio un nuevo nacimiento y una vida nueva por medio del Espíritu Santo” NTV
Esto nos enseña que, para entender el Reino de Dios, debemos nacer de nuevo; no es con conocimiento humano sino con el conocimiento que viene de Dios a través del Espíritu Santo.
¿Por eso, Jesús confronta a Nicodemo que como siendo el un respetado maestro judío y aun no entendía estas cosas? Jn 3:10. Es que no se trataba de cuanto conocimiento académico, intelectual o religioso podía tener Nicodemo, era necesario una conversión, una transformación espiritual en el Señor para que pudiera entender a lo que Jesus se refería. Como dice la palabra “pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para el son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” 1ª Co 2:14
La riqueza de nacer de nuevo y entender la vida espiritual, es ver como hombres y mujeres sencillos son transformados por la sangre del cordero de Dios.
Como Pablo escribió “para que vuestra fe no este fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios” 1ª Co 2:5.
Nacer de nuevo requiere arrepentimiento, Jesus uso la figura del nuevo nacimiento para indicar dramáticamente tres cosas:
- Sin el nuevo nacimiento no hay vida ni hay relación con Dios (Jn 14:6)
- Con el nuevo nacimiento surge una nueva perspectiva, vemos el reino de Dios (Jn 3:3). La palabra de Dios se hace clara, y se experimenta el obrar y las maravillas del Espíritu Santo, la fe está viva.
- Por medio del nuevo nacimiento somos introducidos, literalmente entramos a una nueva esfera, donde el orden del nuevo reino de Dios se hace realidad (2 Co 5:17). El nuevo nacimiento es más que simplemente ser salvo. Es una experiencia nueva, la cual nos abre a la dimensión sobrenatural de la vida, y nos prepara para entrar en el nuevo orden del reino de Dios.
Como escribió Pablo en 1ª Co 2:9-10 “antes bien como está escrito, cosa que ojo no vio ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado a los que le aman. Pero Dios nos la revelo a nosotros por el Espíritu, porque el espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios”
Cosas maravillosas pasan en el nuevo nacimiento en el Señor, no debemos contentarnos con solo dar el paso de fe de aceptar a nuestro Señor Jesucristo como nuestro Salvador; sino querer más, entender lo que Nuestro Señor tiene preparado para cada uno de nosotros. Como dice la palabra “y nosotros no hemos recibido el Espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido” 1ª Co 2:12
¿Y usted, ha nacido de nuevo en Jesús? Que estas esperando para entender el plan maravilloso que Dios tiene para su vida.
Oremos
