“Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juro a tus padres, como en este día”
Mt 24:3-14
El deseo o la necesidad de conocer el futuro es algo natural en el hombre y no ofende a Dios. Lo que si lo ofende es que se pregunte a otro que no sea El sobre este tema; porque Él es el único que lo conoce y convida al hombre a que le pregunte a Él (Is 45:11)
Dios trae la palabra profética por su voluntad, a través de hombres y mujeres que hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo (2 Pe 2:21). Hablaban a las personas de su tiempo, mayormente sobre asuntos pertinentes a su tiempo pero que tenían y tienen una proyección hacia el futuro.
Hay profecías que ya se cumplieron; como el nacimiento, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo; y otras que están por cumplirse como su gloriosa segunda venida.
Es en este contexto que se da la palabra en Mateo 24 donde los discípulos de Jesus le preguntan cuando seria la destrucción del templo; ¿y que señal habría de su venida, y del fin del siglo? (Mt 24:3)
Mirad que nadie os engañe
Lo primero que le responde nuestro Señor Jesucristo es que se cuidaran de no ser engañados.
Previo a la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo habrá una gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. (Mt 24;21). Y dice la palabra que “se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible aun a los escogidos”. (Mt 24:24).
Estas palabras deben animarnos a todos a estar atentos, tener cuidado con lo que oímos y vemos; no dejarnos llevar por la elocuencia de falsos maestros y Dios nos guarde de venerar gobiernos, dictadores y otras figuras humanas; nada ni nadie debe sustituir el lugar de nuestro Señor en nuestra mente y corazón.
Como Pablo escribe a la Iglesia “nadie os engañe en ninguna manera, porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (2 Ts 2:3-4). Esto nos habla de que en medio de esta gran tribulación se levantara el Anticristo, quien engañara a muchos y en completa rebelión contra Dios.
Señales de los últimos tiempos
Oiréis de guerras y rumores de guerras, se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares (Mt.24:6-7). Debemos tener en cuenta que esta palabra no fue dicha como que pertenecieran a una época especifica de la historia después de la ascensión y antes del retorno de Cristo, sino mas bien a todo el periodo entre los dos eventos.
Jesús dice que su venida será cuando el mundo esté como lo estaba en los días de Noé.
Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre (Mt 24:37-39)
Velad y Perseverar hasta el fin
El Señor nos anima a “velad pues, porque no sabéis a que hora ha de venir vuestro Señor” Mt 24:42. Estar preparados porque el día del Señor vendrá, así como ladrón en la noche” (1 Ts 5:2)
También Nuestro Señor Jesucristo lo que espera de cada uno de sus hijos es que perseveremos hasta el fin (Mt 24:13). Nos anima a sobreponernos a cualquier adversidad, estar firmes, perseverar bajo presión, esperar calmada y valientemente. Perseverar en la extensión del evangelio.
Predicar el Evangelio en todo el mundo
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. (Mt 24:14).
Hay un vínculo entre la obra evangelizadora y la segunda venida de Jesus. El Señor quiere que nos enfoquemos en predicar su evangelio por todo el mundo; a todas las naciones, a todos los grupos humanos, sin distinción alguna.
Dios tiene cuidado de todos los pueblos; Jesus murió por cada persona; y la palabra de Dios es para cada nación; hasta que llegue el fin.
La gloriosa venida de nuestro Señor Jesucristo
Esperemos la gloriosa venida de Nuestro señor Jesucristo, velando y perseverando para no ser engañados y nos encuentre predicando el evangelio en todo el mundo.
Y esperamos la llegada del Rey de Reyes y Señor de Señores (Ap.19:16); montado en su caballo blanco, el Dios todopoderoso. Que podamos todos decir como el apóstol Juan termina diciendo en Ap. 22:20 “Amen, si ven Señor Jesus”
Esta usted preparado para la segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo?
Oremos
